Aller

La capital del concejo es Cabañaquinta.



Nuestro viaje por Aller decidimos comenzarlo con la visita de uno de los más antiguos monumentos del concejo, el Castillo de Soto de Aller.

CIMG1014

Los restos de la torre de homenaje se refieren a los siglos XIV-XV, aunque la construcción primitiva era del siglo XII.

DSC_0702

La pared meridional es la mejor conservada:

CIMG1019

Restos de la parte occidental con la puerta:

DSC_0699

La torre de homenaje era parte de un conjunto de construcciones, de las que hoy día queda la muralla almenada con la entrada.  El primer dueño de la fortaleza primitiva era Don Pedro Díaz de Aller, un noble caballero asturiano. Con su nombre están unidos los nombres de tres mujeres célebres e importantes para la historia de Asturias:

La primera es Doña Jimena, la mujer del Cid Campeador, que era la hermana de Don Pedro Díaz.

Aquí, en el castillo,  nació la hija del propietario, Doña Gontrodo, en futuro la fundadora del Monasterio de Santa María de la Vega de Oviedo. Su sepulcro ahora se guarda en el claustro del Monasterio de San Vicente de Oviedo (Museo Arqueológico). La inscripción, en original en latín, hecha en el sarcófago, dice: “Aquí yace la sierva de Diós Gontrodo. En la era de MCCXXIIII (año 1186)”.

El sarcófago de Doña Gontrodo

IMG_1881

Detalle del ornamento del sarcófago

IMG_1883


En Soto de Aller a la joven Doña Gontrodo la conoció el Rey Alfonso VII, con el que tendría una hija, nacida también en este castillo.  La hija, educada en la corte del padre, sería la reina de Navarra Doña Urraca. Tras la muerte de su marido volverá a Asturias y llevará el título de la reina de Asturias.

La sepultura de la reina Urraca está en la Catedral de Palencia:

DSC_0407.jpg-1

“Aquí yace Doña Urraca, reina de Navarra, esposa de Don García Ramírez, rey de Navarra, que fue hija del serenísimo Don Alfonso, emperador de España que conquistó Almería, que falleció el cuarto día de los idus de octubre de la era mil doscientos veintisiete”.


Antes de abandonar Soto de Aller hicimos una foto de su iglesia parroquial. Detrás de ella se encuentra el edificio del museo de arte sacral, donde se guarda entre otro el original de la Virgen de Miravalles. Según la leyenda su imagen apareció en un avellano cerca del arroyo con agua milagrosa. Los vecinos la llevaron a la iglesia, pero al día siguiente encontraron la Virgen en su antiguo sitio en el avellano. La historia se repetía varias veces, hasta que fue decidido construir una capilla para la imagen santa en aquel mismo sitio, cerca del arroyo. La virgen se quedó en la nueva capilla, pero en su espadaña desde aquel tiempo comenzaron a crecer unos avellanos. A pesar de que hasta hoy les cortan de forma regular, crecen de nuevo, como recuerdo de sitio, donde fue encontrada la Virgen.

CIMG1011

Como el museo estaba cerrado, no pudimos ver la imagen románica de la Virgen de Miravalles. Abandonamos Soto de Aller para ir a ver su capilla, situada a orilla del arroyo milagroso.


Camino de Soto de Aller a Miravalles hicimos una parada para ver una capilla abandonada, situada en la ladera de la colina. Encontré la información de que era la capilla del Cristo de la Misericordia. Pero por qué fue abandonada, se quedó desconocido.

DSC_0704


Miravalles. Un sitio mágico. Allí encuentras una tranquilidad absoluta y comienzas a notar la harmonía del mundo. Hay lugares, donde te sientes muy bien sin saber por que. Es uno de estos lugares. Allí prefieres callar y escuchar el silencio.

DSC_0705

Nos acercamos. De verdad, ¡en la espadaña crecen avellanos, como se dice en la leyenda!

DSC_0709.jpg-1

La antigua puerta meridional:

DSC_0714


De Miravalles fuimos a Santibánez de la Fuente, un pueblo, donde se puede disfrutar de tres curiosidades.

Allí crece un tejo gigante, que tiene más de mil años y que por su edad fue declarado monumento natural:

DSC_0723

¡Su envergadura es de 15 metros! ¡Cuantas generaciones de  viajeros, peregrinos, vecinos del pueblo se ponían, como yo, debajo de su copa, estudiando el sinuoso dibujo de sus ramas!

DSC_0725

En el indicador informativo, que está cerca del tejo, leí una explicación, que me pareció interesante:

“La conocida expresión de “tirar los tejos” parece provenir de una costumbre celta que tenía lugar durante la festividad del solsticio del verano, consistente en que las mujeres jóvenes arrojaron semillas de tejo a los varones que gozaban de su predilección”.

No menos interesante, pero más cruel es esta historia: “Cuando aquel pueblo cruel por naturaleza y feroz, comprende que ni es capaz de soportar el asedio ni plantar batalla en condiciones de igualdad, corre a la muerte voluntaria por temor a la esclavitud. Pues a porfía se mataron casi todos por el fuego, la espada o el veneno del tejo”. (Historia contra los paganos. Paulo Orosi).


Cerca del tejo está la iglesia de San Juan de río Mera.

DSC_0743

La segunda parte del nombre, de Río Mera, se debe a su ubicación inicial. Pero como dicen todas las fuentes de información, por una catástrofe natural desconocida fue transladada a su alto sitio actual.

Vista hacia el valle de Mera desde lo alto de la iglesia de San Juan

DSC_0744

La edificación de la iglesia se refiere a finales del siglo XIII, aunque fue reedificada posteriormente.

Los detalles de la decoración de la portada románica

DSC_0727

Los canecillos

DSC_0740

DSC_0736

DSC_0737

El siguiente canecillo me recordó una imagen parecida de la portada de la iglesia de San Nicolás de Bari de Avilés.

El canecillo de la iglesia de San Juan:

DSC_0738

La imagen de la iglesia de San Nicolás de Bari:

DSC_0262


En Santibánez de la Fuente hay dos miradores con las vistas hacia los mismos valles, pero desde la altura diferente.

Uno está detrás de la iglesia de San Juan:

DSC_0732

DSC_0750

Hacia el Mirador de la Pandiecha, hay que subir por la carretera unos quinientos metros mas.

DSC_0769



 

 

 

 

 


Publicar en Google+ Publicar en Facebook Publicar en Twitter

Deja un comentario