El 19 de septiembre de 1517 el emperador Carlos I de España y el futuro Carlos V de Habsburgo por primera vez pisó la tierra de España.
Hijo de Juana de Castilla y Felipe El Hermoso nació y vivió en Flandes. Tras la muerte de su abuelo Fernando de Aragón se hizo heredero de su corona y de la corona de Castilla, pues su maadre Juana estaba encerrada en el castillo de Tordesillas, reconocida incapaz de reinar por una enfermedad mental.
El desembarco fue planificado en Vizcaya, pero tras una fuerte tormenta la escuadra de Carlos V perdió el rumbo y se acercó a la costa española cerca de la ciudad de Villaviciosa. Los marineros tenían miedo de entrar en la ría con el oleaje tan fuerte, por eso tomaron la decisión de desembarcarse en el puerto del pueblo Tazones.
Este acontecimiento se conmemora durante más de 30 últimos años con una fiesta teatralizada, que reconstruye la historia de aquellos dias lejanos.
Antes de la fiesta el puerto de Tazones ya esta lleno de gente, que vino a saludar a su joven emperador:
En el mar aparece la barca con Carlos V a bordo, pero los vecinos de Tazones todavía no saben, quien es. Ellos sospechan, que son piratas, que quieren asaltar su puerto:
El rey por primera vez saluda a sus súbditos:
Cuentan, que uno de los vecinos del pueblo se encargó de transportar en sus brazos al joven rey desde la barca hacia la tierra firme, para que Carlos V no mojase los piés. Por eso el vecino fue en seguida premiado por su rey con el título de Marqués del Real Transporte.
Los pescadores de Tazones agradecen a Carlos V por el desembarco en su puerto y le ofrecen un culín de la famosa sidra de Villaviciosa.
También a Carlos le proponen ser un invitado de honor de Tazones y pernoctar en el pueblo. Pero el rey vino con su numerosa corte. Por eso hay que mirar, si hay bastantes casas buenas para tanta cantidad de señores nobles.
Carlos V da un paseo por Tazones, acompañado por su corte, por la banda de gaitas y por … nosotros, la gente del siglo XXI.
Luego todos vuelven al puerto para escuchar el himno “Asturias, Patria querida”.
Resulta, que en Tazones no hay casas bastante buenas para los huéspedes nobles, por eso se decide ir a pernoctar a Villaviciosa, que está en 5 km de Tazones. Allí el emperador Carlos V pasará 3 noches en la Casa de los Hevia.
Al día siguiente las celebraciones pasan a Villaviciosa.
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