Noreña

La página web del Ayuntamiento, dedicada al turismo: http://www.aytonorena.es/callejero

Noreña es el nombre común del concejo y de la villa, donde está situado el Ayuntamiento, construido a mediados del siglo XX:

Noreña es muy pintoresca: con sus casas de diferentes colores, jardines verdes, el brillo del agua – con todo eso deja la impresión de festividad. Así quedará Noreña en mis recuerdos.

Una novedad, que encontré aquí por primera vez en Asturias, eran placas informativas con el códico de barras, establecidas en muchos sitios – hay que acercar el móvil a estas barras para obtener la información respecto al monumento, edificio u otro objeto de interés turístico. Pero previamente hace falta descargar el correspondiente programa al teléfono.

En uno de los rincones de la villa encontré el monumento al gochu (en el pedestal se ve el códico informativo de “Noreña virtual”):

No es ninguna casualidad la aparición de este simpático monumento en Noreña: el concejo es conocido por su producción cárnica, sobre todo los embutidos de la carne de cerdo. Como me dijo un vecino de Noreña sobre la escala de esta industria : “El gochu que entra en Noreña ya no sale”. Esto explica lo que una de las fiestas más famosas de aquí es el día de San Marcos, patrón de los carniceros. El fin de semana, próximo al día de San Marcos, se celebra aquí una fiesta gastronómica, conocida como Jornadas de picadillo y sabadiego, los productos típicos de la zona.

Subiendo por las calles de la villa alcancé esta casa de color amarillo, donde residía el escritor Ramón Perez de Ayala. En su novela “Luz de domingo” bautizó Noreña como Cenciella. En el año 2007 salió la película “Luz de domingo”, que se basó en los acontecimientos de la novela.

Uno de los protagonistas de dicha obra es un indiano, abuelo de la heroina principal. En la vida de Noreña de los principios del siglo XX un papel muy importante interpretó Pedro Alonso Bobes, indiano, que en el año 1907 volvió a Asturias de Cuba. Según su iniciativa fue elaborado el proyecto de la traida de aguas a Noreña y fue construido el Depósito del agua. Esto fue muy importante para la existencia y el desarrollo de la indusria cárnica. Después de la muerte de don Pedro Alonso sus ideas fueron promovidas por su viuda Ramona Rionda y luego por la familia de sus herederos, los Alonso Rionda.

Ahora el edificio del Depósito del agua se usa como Sala de Exposiciones.

Casa de Pedro Alonso:

En la fachada principal tiene dos entradas iguales:

A dos pasos del Depósito del agua, en la collina el Rebollín se ubica la antigua Torre del Reloj (siglo XVII), puesta en un sitio tan alto para que de cualquier punto de la villa fuese posible consultar la hora.

Es de forma cuadrada y tiene tres plantas- El grosor de sus paredes se desminuye con la altura. En el tejado hay una veleta que sirve para insertar la campana del reloj.

Los vanos que podemos ver en las paredes no tienen nada que ver con la funcción defensiva (como pasa con las torres de los palacios o fortalezas), son huellas de los andamios.

El reloj actual es la obra del año 1864, realizada por el relojero de Bilbao José Martínez.

Enfrente de la Torre está situado uno de los más destacados puntos de interés de Noreña, el Palacio del Rebollín, ss.XVI-XVIII.

En su fachada principal están colocados dos escudos, que llevan las armas de los Argüelles y de los Bernaldo de Quirós:

Debajo de los dos arcos de la fachada se encuentra una antigua puerta de entrada, que da paso a una escalera de dimensiones impresionantes:

Esta casa tiene vínculos con la familia del famoso historiador asturiano Juan Uría Riu, que fue casado con la heredera de este palacio de los Argüelles, Doña Brígida Macua. Aquí la familia, que tenía 7 hijos, pasaba los veranos. Uno de los hijos, Juan Uría Maqua, también se hizo historiador. Otro, Javier Uría Maqua, pintor, heredó el talento de su abuelo paterno José Uría y Uría, cuyos cuadros podemos ver en el Museo de Bellas Artes de Oviedo.

Otro ejemplo de la arquitectura noble en Noreña representa el Palacio de Llano Ponte.

La casa, construida a finales del siglo XIX por la familia de Llano Ponte, ya en los años 20 del siglo pasado tras la muerte del heredero pasa al Obispado de Oviedo. Después, en los años 50, fue adquirido en la subasta por la familia de los propietarios actuales, que abrieron aquí una residencia geriátrica.

Poco alejado de otros monumentos de Noreña está el Palacio de Miraflores, situado en la calle La Mariscala. Aquí tengo que expresar otra vez mas mi admiración hacia la amabilidad y hospitalidad de los asturianos: mi navegador no encontraba aquella calle y yo tuve que salir del coche para preguntar del camino hacia el Palacio. Un señor, que pasaba por la calle, me dijo que se dirigía hacia su coche y que yo tenía que seguirle, porque me llevaría al barrio necesario. Yo pensé, que el señor también necesitaba ir a este barrio y que era una coincidencia feliz para mi. ¡Pero cual fue la sorpresa, cuando él me llevó hacia La Mariscala, me mostró cual fue el Palacio, dió la vuelta y se fue en dirección contraria! ¡Muchísimas gracias, mi guía desconocido! Nunca dejaré de sorprenderme de tal bondad de los asturianos!

Así que me acerqué al Palacio de Miraflores. También se conoce con el nombre de la Mariscala, pués su propietaria Doña Josefa Pola Navia, era casada con un Mariscal. Se quedó en la memoria de los vecinos con el nombre de La Mariscala. Así comenzaron a llamar el palacio y el último a su turno dió el nombre al barrio. Doña Josefa se conocía entre los vecinos por su ayuda a la gente pobre y por su bondad.

Los vanos centrales de la fachada principal:

En la fachada del edificio podemos ver el escudo, la inscripción del cual nos informa de la fecha exacta de la fundación de la casa y del nombre de su fundador: Gabriel Lorenzana, 1567. Las armas casi no se ven.