Quirós Parte II: COAÑANA, VILLAMARCEL

 PARTE II. COAÑANA, VILLAMARCEL

COAÑANA

Para ir a los pueblos de Coañana y Villamarcel hay que tomar el desvío de la carretera principal en el medio de la villa de Bárzana, según vamos de Oviedo a Pola de Lena – a la derecha. Lo escribo por si acaso, porque mi navegador no encontraba ni uno ni otro pueblo.

A la entrada de Coañana está el aparcamiento, justo enfrente de la iglesia de Santiago, la primera mención de la cual se refiere al siglo IX, pero la construcción actual es del siglo XVIII.

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Santiago Matamoros del retablo de la iglesia:

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En el interior se guardan donaciones de la familia Álvarez Manzano – La Virgen y Cristo crucificado, hechos de marfil y traidos del continente americano.

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Hay que decir que Coañana fue el primer pueblo en mi viaje por el concejo, donde el apellido más mencionado no era el de Bernaldo de Quirós. Era de Álvarez Manzano, la familia, a la que pertenecían aquí varias propiedades.

El Palacio, situado a la salida de Coañana, se encuentra en estado ruinoso. Su silueta se ve bien desde lejos. De cerca sus ruinas majestuosas provocan el sentido de melancolía.

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Pero en este viaje veré mas edificios, cuyos mejores momentos ya para siempre se quedaron en el pasado…

Paseando por Coañana y disfrutando de la talla, que adornaba la arquitectura popular,

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ví una inscripción en una de las casas. No se leía bien, por eso decidí hacer una foto para leerla en casa. ¡Cual fue la sorpresa, cuando descubrí que aquella casa también se refería a los Álvarez Manzano! ¡Y yo no hice ninguna foto del propio edificio!

Aquí está la inscripción:  “ESTA OBRA HIZO D MANUEL

                                                ALVZ MANZO (Álvarez Manzano)   …….    AÑO D 1837″

Unas palabras de la segunda linea no me salió descifrar. Tal vez alguien me podría ayudar, por favor.

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Otra casona, llamada Casa de Don Rogelio, era propiedad de la misma familia, según las palabras de uno de los vecinos del pueblo. La inscripción encima de la entrada comunica, que fue erigida en el año 1781.

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En Coañana en 1805 nació el célebre misionero católico padre Fr. Juan Álvarez del Manzano. Desconozco, cual de las mencionadas casas fue su casa natal, pero en el pueblo pasaron sus primeros nueve años de la vida. En el año 1814 abandonó Coañana para comenzar sus peregrinaciones. Jamás ha permanecido mas de tres años en punto alguno. “Pertenece á la orden de Santo Domingo, y ha sido procurador general de su provincia del Santísimo Rosariode las islas Filipinas en Manila, Macao, Madrid,Roma y Méjico. Ha residido en las misiones católicas de Asia por espacio de 13 anos”,- escribía del padre Álvarez Manzano el periódico “El Áncora” en marzo de 1850. Durante su actividad de misionero el padre dió vuelta al mundo, pisando la tierra de cinco continentes.


En Coañana existe una casona blasonada con el escudo de los Bernaldo de Quirós. Pero la inscripción debajo del escudo dice lo siguiente:”SE REEDIFICO ESTA OBRA … D DON NICOLAS ALVAREZ MANZANO Y DOÑA MARIA ALVAREZ CIENFUEGOS SU MUJER AÑO DE MDCCCXXXII” (1832). Puede ser que la casa pasó a otra familia por la vía matrimonial o fue vendida.

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Uno de los huecos de la casona está adornado con trisquel, símbolo solar de los celtas:

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VILLAMARCEL

Este pueblo me atraía desde mi viaje por Proaza, donde en Villamejín conocí la historia de Don Bernardo Terrero (1806-1889). Pero a diferencia de Villamejín y otros numerosos pueblos, villas y ciudades, donde  tenía propiedades, Villamarcel era su pueblo natal, donde vivía constantemente y donde estaba su palacio, que consideraba de Casa.

Vistas que se abren desde Villamarcel

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Aunque ya escribía de este personaje de leyendas en otros artículos, sería injusto no decir nada más de él aquí, donde se trata de su tierra natal.

Bernardo Terrero Valdés Peón y Bolde de Leyva – así era su nombre completo. Fue el más rico señor del concejo, dicen que hasta 90 %  pertenecía a él. Además tenía inmuebles fuera de Asturias y si iba a Madrid podía descansar cada noche en su propia casa. Junto con esto era muy modesto en su manera de vestirse, de aspecto parecía siempre un pobre aldeano, con su eterna boina y madreñas. Eso provocaba varias situaciones ridículas, que con el tiempo se convirtieron en anécdotas. Por ejemplo, es conocida la siguiente: un vinatero nuevo trajo vino a la casa de Don Bernardo y vió a un criado. Le pidió ayuda en descargar el carro y luego ofreció probar juntos a esconditos el vino del señor. Después de la degustación decidió el vinatero ir a llamar al dueño. ¡Cual fue su sorpresa al saber, que “el criado” era en realidad el señor!

Otro anécdota me lo contaron en el pueblo: estaba Don Bernardo sentado en el banco cerca de su casa, vestido como siempre igual que algún campesino. Al mismo tiempo pasaba por el pueblo un mendigo, que quería pedir la limosna. Se sentó junto con “el pobre aldeano” y le preguntó: “¿Pides tú o pido yo?” Y le contestó Don Bernardo:  “Tú pides y yo te doy”.

La riqueza de señor Terrero después de su muerte sirvió mal servicio para su palacio: murió sin descendencia, y la gente, sospechando la existencia de tesoros escondidos en el edificio, comenzó a abrir las paredes, el suelo, etc. lo que provocó rápida destrucción del palacio. Durante años permanecía en ruinas, que hace unos años fueron derribadas definitivamente por el Ayuntamiento.

Pero se quedó la capilla del palacio, que también está arruinada, pero me gustaría verla a pesar de su estado.

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Etré. Vista hacia los piés:

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Vista hacia la cabecera:

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En el pueblo unas señoras me contaron, que hasta hoy estaba en pié la casa, de la que decían en Villamarcel que había pertenecido a la madre de Bernardo Terrrero. Y se encargaron de acompañarme hasta esta casa. ¡No me dejan de impresionar los asturianos por su amabilidad y deseo de ayudar! ¡Muchísimas gracias!

Resultó una casona reabilitada, unida con la capilla, construida en 1692 y con un hórreo en el patio:

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Otra fachada probablemente era más auténtica, una ventana ya estaba al nivel de la superficie de la tierra:

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De la arquitectura popular de Villamarcel llamá la atención el lavadero con el abrevadero:

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