Esta fiesta se celebra el lunes de Pascua. Su nombre se debe a la tradición, según la que las madrinas obsequian a sus ahijados con unos bollos mantecados. “Una de la fiestas típicas en la villa… es la fiesta de El Bollo, instaurada por el médico Claudio Luanco que vivía en Avilés. Tenía el objeto de repartir un mantecado
dulce que se bendecía en la “Misa de Cofrades” y se llevaba en procesión para que después los avilesinos y avilesinas lo co- mieran. Además, cuenta la tradición que el origen del reparto fue calmar los ánimos de la gente de los barrios de El Cantu y La Industria que queríanconseguir en los barrios respectivos la estación del tren. Parece que esta medida floreció y esta fiesta popular llegó hasta hoy…”-cuenta la Guía histórico-artística de Avilés (las autoras: Leticia Llana Galaz, Zaida Hernández Rodríguez, María Isabel de Pedro Díaz).
Pero para los turistas o para la gente, que se interesa de tradiciones este día puede ser atractivo también por la fiesta de la comida común, que se organiza bajo el cielo abierto en las calles de Avilés.
El Ayuntamient se encarga de poner numerosas sillas y mesas y de cubrirlas con miles de metros de manteles. Los avilesinos salen a la calle a compartir con los amigos la comida preparada en casa o bien encargada en los cafés y restaurantes.
En la plaza del Ayuntamiento se establece una gigante paellera, en la que en el fuego abierto se prepara una fabada pantagruélica. El aroma de esta magnífica comida llena el aire y te persigue incluso en las calles vecinas, provocando el deseo de acelerar lo máximo posible la hora de la comida:)
Mientras se prepara la fabada, se puede visitar la muestra y la feria de los objetos de la artesanía tradicional en la plaza Domingo Álvarez Acebal.
La forja:
La hilandera trabajando:
Aquí se elabora la vajilla de madera:
Aquí se hacen las madreñas – el calzado tradicional asturiano:
Cerca del cestero me paré para más tiempo: mi abuelo también sabía hacer cestas y, siendo pequeña, pasaba horas, sentada cerca de él, siguiendo con la mirada los movimientos de sus manos, mientras que él trabajaba con el mimbre. El abuelo me contaba numerosas historias de su infancia, que eran para mí más interesantes, que cualquier cuento de adas…
En la feria se puede comprar vajilla, hecha en diferentes rincones de España, la de Asturias se produce en Llamas del Mouro:
En uno de los rincones de la plaza del Ayuntamiento se celebra el concurso de la mejor fabada: el tribunal elige la más sabrosa de numerosos platos, preparados en los recipientes de barro.
La condecoración de las vencedoras:
Un espectáculo teatralizado en la plaza del Ayuntamiento:
Viene la hora de la comida – los avilesinos ocupan los asientos según su gusto – los jóvenes se reunen en el parque de Ferrera, la mayoría de la gente se sienta en las mesas de las calles. El bullicio y la alegría reinan hoy en Avilés.
Se reparte la fabada gigantesca. Una ración vale 5 euros. M-m-m… ¡que rico!
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