Este paseo está dedicado a los patios y claustros ovetenses. La palabra “claustro” significa “cerrado”. Quisiera concentrarme en este “corazón” de las construcciones, tanto religiosas, como laicas, que antes estaba ocultado para las personas ajenas y hoy no siempre tiene el acceso libre.
Habitualmente los claustros se construían a lo largo de la pared meridional de la iglesia o catedral. Constituía un patio o jardín, rodeado de galerías cubiertas, separadas de la parte abierta por columnas o pilares. A menudo en el patio estaba un pozo, se plantaba, entre otros un arbol perenne, tipo ciprés. Los objetos y las plantas, que adornaban el claustro, además de su funcción decorativa y práctica, llevaban un significado simbólico. Así, un árbol perenne simbolizaba la inmortalidad del alma y su aspiración hacia el cielo, mientras que la parte subterranea – la raíz- significaba el infierno, y el tronco – la parte temporal de la vida del alma – la vida humana en la tierra.
En el claustro se creaba un ambiente especial, que permitía a los monjes, mientras que paseban por las galerías, reflexionar de lo eterno – de que el Diós creó un mundo perfecto, hermoso e ideal. En esos pensamientos les tenían que ayudar las vistas de un rincón de la naturaleza, recreado en el patio, rodeado de bellas formas arquitectónicas de las tracerías.
Todo eso permitió crear unas hermosas construcciones, cuyos detalles y conjuntos podemos admirar hoy.
El claustro y el patio del monasterio de San Vicente:
entrada gratuita
1. Al claustro se entra a través del vestíbulo del Museo Arqueológico, que ocupa hoy el edificio del antiguo monasterio de San Vicente.
Horario: en la página web del museo
La fachada barrocca del monasterio (II mitad del siglo XVII):
El claustro del monasterio es la obra del siglo XVI, su primer arquitecto era Juan de Badajoz el Joven, que poco antes hizo el proyecto de las portadas exteriores, del pórtico y de la torre de la Catedral de Oviedo.
La planta alta fue acabada por Juan de Cerecedo el Viejo y Juan de Cerecedo El Mozo.
En el claustro hay varios sepulcros, que atraen atención por su decoración.
Detalle del sepulcro de doña Gontrodo, transladado a San Vicente del monasterio de Santa María de la Vega, siglo XII:
Otro sepulcro, siglo XV. El tema, que se utiliza a menudo en este tipo de escultura: el perro, añorando a su amo, está tumbado a sus piés:
Según los escudos, que están situados en la parte inferior, el sepulcro pertenece a un caballero, que procede de las familias Bernaldo de Quirós (el derecho) y Miranda (el izquierdo).
El escudo de los Bernaldo de Quirós lleva las flores de lis, porque uno de los antepasados de la familia procedía de la Casa Real de Francia. Las llaves en el medio recuerdan el episodio de la entrega de las llaves de la fortaleza de Oviedo por el rey Fernando III a Gonzalo Bernaldo de Quirós (siglo XIII).
El escudo de los Miranda lleva las imágenes de cinco doncellas con veneras. Se ve mejor este escudo en el palacio de los Miranda – Valdecárzana de Grado (la parte izquierda):
Respecto al procedimiento de este escudo he oido la siguiente suposición: las raices de esta historia están en el año 783, cuando muere el rey Silo. Con el apoyo de su viuda, la reina Adosinda, el trono de Asturias pasa al sobrino de la última, Alfonso (el futuro rey Alfonso II, hijo de Fruela y nieto de Alfonso I). Pero el hijo natural de Alfonso I, Mauregato, logró proclamarse el rey con la ayuda de una parte de la nobleza. Para su seguridad necesitaba un apoyo mas fuerte, que pudo encontrar en emir de Cordoba Abderramán I. Según el pacto con Abderramán, el Reino de Asturias tenía que pagar a los moros un tributo de 100 doncellas.
Pasaron años, durante los que el Reino cristiano se hizo mucho más fuerte y estable. En el año 844, durante el reinado de Ramiro I, uno de sus caballeros Don Alvaro Fernández de Miranda volvía a Asturias de Santiago de Compostela. Camino de casa, encontró a cinco muchachas, que se dirigían a Córdoba, siendo parte del tributo asturiano a los musulmanes. Estas mozas suplicaron a Don Alvaro liberarlas de los moros. Caballero valiente, Don Alvaro mató a los moros y volvió las muchachas a sus padres. También ofreció a su rey Ramiro dejar de pagar este tributo tan humillante.
El fin de la historia: los moros, enojados por la denegación del pago, dirigieron sus tropas a los cristianos, con los que combatieron en la celebre batalla de Clavijo (año 844), en la que apareció el Apostol Santiago Matamoros y en la que se portó como héroe Don Alvaro Fernández de Miranda. Trás la victoria del rey Ramiro I, Asturias perdió la obligación de pagar 100 doncellas a la corte musulmana, y a Don Alvaro le dieron como armas la imagen de cinco doncellas.
2. El patio del antiguo monasterio hoy apenas parece un territorio del retiro de los monjes: está transformado, y hoy sus crujías presentan parcialmente dependencias de la facultad de psicología de la Universidad.
En el centro del claustro está el monumento al padre Feijóo – este destacado representante de la época de ilustración era fray del convento de San Vicente y durante 55 años vivía aquí. Su tumba está en la iglesia de Santa María de la Corte, que pertenecía al dicho convento.
El claustro de la Catedral
La entrada a la Catedral, que incluye también la visita del claustro, de la Cámara Santa y del Museo de la Catedral – 7 euros.
Horario: en la página web de la Catedral – http://catedraldeoviedo.com/
El claustro fue una de las primeras partes, con las que comenzaron las obras de la Catedral.
En total la construcción del claustro duró casi un siglo y medio, comenzada en 1293.
Es interesante también la parte escultórica del claustro: ya hace muchos siglos sus capiteles cuentan con sus imágenes de la vida cotidiana, de las escenas bíblicas, de la historia…
Uno de los primeros símbolos del cristianismo – el pez – podía significar la fé cristiana. En los primeros siglos d.C. los seguidores de la doctrina de Jesús, estaban obligados a esconderse y guardar en secreto su religión, siendo perseguidos en el Imperio Romano. Para distinguir a sus partidarios utilizaban varios símbolos, uno de los cuales fue la imagen del pez. ¿Por qué el pez? La primera causa fue la que entre los Apóstoles cuatro eran pescadores. Jesucristo les dijo, que si siguieran a El, podrían pescar las almas humanas, como el pescado. Así las personas, que creían en la doctrina de Jesús, podía considerarse como pescado en las manos del pescador.
Otra razón es la siguiente: en griego la palabra “pez” está compuesta de las letras, que constituyen las primeras letras en la frase “Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador”. Por eso el símbolo del pez se consideraba como el símbolo de Jesús.
La tercera posibilidad de descifrar esta imagen es entenderla como el bautizo: el pez sale del agua, la persona bautizada también sale del agua, renaciéndose para la vida nueva.
¿Qué puede significar este capitel? Yo veo la siguiente línea de símbolos: el pez – Jesucristo – la fé cristiana – la cruz. La conclusión: cada persona tiene que llevar su cruz, por difícil que sea.
Un capitel pesimista: a la derecha el ángel con la balanza(a la derecha) pesa las almas humanas. A la izquierda están los monstruos del infierno: ellos cogen los pecadores. Lo pesimista consiste en la distribución del espacio: para las escenas del infierno se destina 2/3 partes del espacio del capitel:
En el paraíso vemos solo el ángel de la foto de arriba y Jesucristo, rodeado de Santa María y San Juan Bautista de la foto de abajo:
Si no me equivoco, es una de las más antiguas escenas de la fiesta asturiana – el gaitero y una mujer bailando:
El representante de la fauna asturiana – el jabalí:
Hay muchos mas capiteles, muchas mas escenas, las que se puede leer como un libro. Esto promete convertir cada visita al claustro en una fascinante excursión.
La fachada meridional del claustro de la Catedral es la Puerta de la limosna del arquitecto Manuel Reguera, II mitad del siglo XVIII.
El patio del Palacio Arzobispal
En la misma Plaza Corrada del Obispo, a la que da Puerta de la limosna, está el Palacio Arzobispal (finales del siglo XVI).
Su patio está adornado perfectamente con la vista hacia la torre de la Catedral: ¿acaso se necesita alguna otra decoración?
Este patio sufrió destrucción durante los acontecimientos de octubre de 1934 y fue casi completamente reconstruido.
El patio del Palacio de Velarde (Museo de Bellas Artes)
Es de forma cuadrada y su principal decoración son columnas toscanas. Tiene tres cuerpos, el tercer de los cuales es una galería, cuyo adorno es la balaustrada de madera.
Una mirada hacia arriba:
El arquitecto del edificio es Manuel Reguera, la construcción se refiere a la II mitad del siglo XVIII.
El patio del palacio de Valdecárzana
La construcción primitiva del palacio se refiere al siglo XVII, y fue relizada por el arquitecto Juan de Naveda por eтcargo de la familia de Miranda, cuyo miembro Sancho Fernández de Miranda Ponce de León recibió del Rey Felipe IV el título de I-r Marqués de Valdecárzana. Pero ya a mediados del siglo XVIII el palacio estaba abandonado por sus dueños, y el edificio lo compró para sus sobrinos el canónigo José Froilán de Heredia, representante de la poderosa familia de los dueños de Villarejo, Mieres y de Doriga, Salas. La reforma del palacio fue encargada a Manuel Reguera, a quien debemos la famosa fachada, que da a la Plaza de la Catedral. Así, el escudo de esta fachada es de la familia Heredia: Hércules luchando con el león de Nemea.
El patio es de forma cuadrada, los arcos de la planta inferior son rebajados.
En los años 70 del siglo XIX el palacio fue vendido y transformado en casino, cuyas funcciones cumplía hasta el 1931. Ahora es la sede del Tribunal Superior de Justicia.
El patio del Palacio de Camposagrado
Fue construido en la I mitad del siglo XVIII por el arquitecto Francisco de la Riva.
Es un patio de dos plantas. Deja la sensación de mucho espacio libre, de mucho aire, gracias a la coordinación de las dimensiones con la altura.
Sus dos puertas son simétricas y enormes. Es muy fácil imaginar entre estas paredes las imágenes de los siglos pasados: parece que las figuras de los propietarios en los trajes a la antigua pueden aparecer delante de tí en cualquier minuto, hay que solo … ponerte de espaldas respecto a los guardias, que están a la entrada.
El patio de la Universidad
El antiguo edificio de la Universidad fue construido según el proyecto de Rodrigo Gil de Hontañón, pero por otro arquitecto, Juan del Ribero, en 1590.
Presenta un espacio amplio, de forma cuadrada, de dos plantas.
Subí a la segunda planta: ¡que maravilla! Además de las vistas recibí una posibilidad de viajar al pasado. Cerré los ojos. ¿Qué aroma es este? Seguro, era algo de mi infancia… Las vacaciones de verano… Los mejores momentos junto con los abuelos… Así olía la vieja madera, calentada por el sol, en casa de campo de mis abuelos maternos. En seguida el aroma de madera renació una galería de imágenes y escenas en mi cabeza. Y los recuerdos de los abuelos son siempre tan dulces y cariñosos…
Aquí, en la Universidad, es el olor del parquet y de los paneles de madera de las paredes.
Junto con la Universidad procuró Fernando Valdés Salas abrir dos colegios – el de S.Gregorio, cuyo edificio no se conservó y que estaba en el solar, que ocupa hoy el edificio del banco BBVA. Otro colegio fue de las Recoletas, justo al lado de la Universidad:
Tiene un patio precioso, uno de mis preferidos de Oviedo:
La portada, vista exterior:
El patio del palacio Inclán (mediados del siglo XVIII)
El arquitecto Manuel Reguera aprovechó el desnivel del solar: eso se ve tanto por fuera, como por dentro. La entrada está situada en la parte alta, así resulta que la altura de la entrada corresponde a la segunda planta del patio.
El claustro del monasterio de Santa Clara.
Aunque el edificio del convento, que ahora es la sede de la Hacienda, está reconstruido, nos quedan una fachada y parcialmente el claustro. Son de mediados del siglo XVIII.
Los patios del Antiguo Hospicio Real (Hotel de la Reconquista)
El edificio es de mediados del siglo XVIII. Los arquitectos son Pedro Antonio Menéndez y Manuel Reguera.
En total la construcción posee 3 patios, que tienen rasgos comunes en su aspecto:
son de dos plantas, la primera de las cuales se sostiene por columnas y la segunda por postes de madera.
El patio principal, bajo el cielo abierto:
El patio, que da paso a la capilla:
El patio, convertido actualmente en un salón del hotel:
El patio del palacio del conde Toreno
De todos los patios y claustros de Oviedo, que he visto, es el único que tiene ahora una sola planta. Junto con el techo bajo, puesto para las necesidades de organismos, que ocupan hoy el edificio, da impresión más de una sala que de un patio. Lo adorna una amplia escalera.
De numerosos conventos, que existían en Oviedo y en sus proximidades y que ahora entran en el marco de la ciudad, solo uno sigue cumpliendo su destinación primitiva. Es el monasterio de San Pelayo de la orden benedictina. Es de clausura, por eso no se puede entrar para ver sus interiores y su claustro. Por eso tengo sólo las fotos, hechas desde la torre de la catedral:
Lo mismo puedo decir del Palacio de San Feliz en el Fontán: es de propiedad privada y es imposible ver su patio.
Hace poco leí en internet un artículo dedicado al monasterio de Santa María de la Vega. Sabía antes de la iglesia románica, que sigue existiendo en el territorio de la antigua Fábrica de Armas, a la que pasaron las construcciones del convento (incluso he visto la fachada de la iglesia desde el autobús). ¡Pero de este artículo conocí, que se conserva también el claustro! De momento no he logrado penetrar en el territorio de la fábrica para sacar unas fotos. ¡Pero no pierdo la esperanza!
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